martes, 13 de mayo de 2014

ENTREVISTA AL EXQUISITO PIANISTA CANARIO, JAVIER NEGRÍN.





Javier, te preguntarás porqué he elegido esta foto para encabezar la entrevista y la razón es, porque me parece que refleja a una persona romántica, en una actitud pensativa y transcendental. Asomado a la vida. Yo te veo así. Si quieres que ponga otra, me lo dices. 

BIOGRAFÍA (me he ceñido a la que aparece en su propia web). Felizmente Javier tiene web y estupenda. www.javiernegrin.com

Javier Negrín debutó en el Wigmore Hall de Londres en el año 2004, interpretando obras de Ravel y Jindřich Feld, y desde entonces disfruta de una carrera internacional como solista y músico de cámara que le ha llevado a tocar en salas importantes de Europa, Sudamérica y el lejano Oriente. Desde muy temprana edad ha tenido afinidad por el gran repertorio romántico para piano y orquesta, interpretando conciertos de Brahms, Grieg, Tchaikovsky, Rachmaninoff y Scriabin, y trabajando con los directores Lawrence Leighton Smith, Adrian Leaper, José Luis Novo, Alejandro Posadas, Neil Thomson, Claus Effland, Yaron Traub, John Neschling, y Roberto Montenegro.

Ganador de importantes premios en el Royal College of Music, donde asimismo obtuvo una Junior Fellowship, Javier ha sido distinguido con numerosos galardones, incluyendo las mejores interpretaciones de Schumann, Chopin, Brahms, Ravel y estudios de virtuosismo. Sus influencias principales han sido Yonty Solomon (alumno de Myra Hess) y Armando Alfonso, hijo del pianista Javier Alfonso, y más recientemente Howard Shelley y Joaquín Achúcarro.

Los críticos han resaltado las cualidades de Javier como intérprete intuitivo y al mismo tiempo de una gran capacidad intelectual. Es un apasionado de la literatura y las artes, y en música su interés abarca desde el barroco hasta el siglo 21, con una afinidad especial por la música de Bach y Chopin. También es profesor en el Centro Superior Katarina Gurska en Madrid, ciudad donde reside.

Es un gran honor para Javier formar parte del proyecto Odradek con su CD de Preludios de Viaje de Scriabin (Odradek, 2012). Previamente ha grabado un CD con música para clarinete y piano de Lutoslawski, Nielsen, Poulenc and Debussy (Linn records, 2006) y para Radio Nacional de España, una grabación de archivo con obras de Schumann, Scriabin, Granados y García Abril (2007). Javier nació en las Islas Canarias (España) en 1977.

ENTREVISTA

Conocí a Javier como pianista el día de la Música de 2013, día en el que actuó en el Auditorio Nacional con Beethoven y las Sonatas Op. 10 no. 1, Op. 28 y Op. 109, cuya interpretación magistral me llevó a pensar que desde luego, estaba oyendo a un gran pianista. Después volví a oír en Radio Clásica su actuación y el mismo Pérez de Arteaga dijo lo que todos habíamos pensado oyendo a Javier, que había sido una maravillosa interpretación.

Días más tarde, coincidí con él y me presenté, en el Auditorio Centro de Madrid, en Cibeles en el concierto de Daniel del Pino y hablamos personalmente. Una conversación muy breve, yo además estaba muy nerviosa hacía poco de lo del Aud. Nacional y me puse nerviosa ¡qué le voy a hacer!, y nos hemos visto varias veces en distintos eventos. Además tuvo la amabilidad de hablar con dos de sus alumnos (de la escuela Katarina Gurska de Madrid) que participaron en la Maratón de piano de Más Música por favor).


Javier Negrin, Chopin Etudes op. 10, no. 4 y 5

Si éste país fuera normal, en la cultura y en la música clásica, que no lo es, Javier Negrín sería una de las joyas más preciadas.

Es una persona joven, dulce y tranquilo (al menos en apariencia) de sonrisa fácil y trato todavía más fácil, le he visto tocando maravillosamente incluso con un gripazo tremendo y con fiebre. Es alguien al que aprecias enseguida, no sé, te produce una especie de afecto instantáneo y te lo llevarías a casa (perdón Javier, es una forma de hablar y espero que se entienda bien). He oído su música de Scriabin (decenas de veces), que me ha parecido maravillosamente bien interpretada y con personalidad propia, lo cual ya no es lo normal, porque parece que hay una cierta tendencia al pianista "de serie".

Hoy tengo la oportunidad de preguntarle algunas cosas que quiero saber de él.

Siempre pienso Javier, en la cantidad de buenos músicos de todo tipo, cantantes, incluso directores de orquesta que han salido de Las Canarias. ¿Por qué crees que hay tan buen nivel musical en unas islas que yo diría son pequeñas en relación a la cantidad de grandes músicos que han surgido allí?


Un Javier Negrín elegante y dispuesto para un concierto.

Buenos días, y muchas gracias por tus amables palabras y por ofrecerme esta entrevista. En Canarias siempre ha habido una sensibilidad especial hacia el arte, y en su identidad confluyen varias culturas muy distintas, como nexo de unión entre varios continentes. El aislamiento y la introspección también forman parte de la idiosincrasia del canario, y yo creo que todo ello ha creado un caldo de cultivo interesante para las manifestaciones artísticas.

¿Había músicos en tu familia que pudieron ser inspiradores de tu vocación o eres un "bicho raro" dentro del entorno familiar?

Mi familia tenía una orquesta de baile, tan populares en la década de los ochenta en Canarias. Eran músicos de raíces folklóricas y tocaban de oído, sin formación académica.

¡Vaya, qué divertido!. Eso si que me sorprende.

Viendo tu biografía, actuaste en Wigmore Hall que es uno de los grandes templos para un músico joven y además siendo bastante joven, ¿qué se siente al tocar en un sitio así tan prestigioso?

Plenitud. El camino es largo y está lleno de muchas incógnitas (algunas no se despejan nunca), y uno nunca sabe si va a poder repetir experiencias así.

Uno tiende a pensar que después de actuar en ese sitio, con el prestigio que tiene, igual que si tocas en el Carnegie Hall, como que ya tienes el 50% del camino hecho para poder dedicarte con garantías a dar conciertos ¿o no?

Para nada. A veces tienes patrocinio y das un buen concierto en un sitio así simplemente porque alguien tiene la amabilidad de alquilar la sala y organizar un concierto para músicos jóvenes. Lo que pase a partir de ahí depende de tus esfuerzos por mantenerte a un nivel alto y de seguir buscando oportunidades.

Se que el Arte y la Cultura son tus grandes pasiones ¿Tanto te gustan en general el Arte y la cultura?, además de la música, que doy por descontado.

Me encanta todo lo que tenga que ver con el arte, pero principalmente me gustan la música, la literatura y la pintura. También el cine.

Quiero suponer que eres un gran lector, ¿qué tipo de literatura es la que lees o eres un todo terreno en lectura? Cuéntame un poquito de esa afición, por favor.

Yo siempre digo que mi pasión paralela es la literatura. Para mí la lectura ha sido algo tan importante en mi vida como lo ha sido la música. Llevo leyendo libros desde niño; empecé con tebeos de Mortadelo y Filemón, Tintín, El Capitán Trueno, luego leí muchas novelas de Enid Blyton y de aventuras, de Julio Verne y Emilio Salgari. Cuando estaba en el bachillerato descubrí a los clásicos y la literatura contemporánea. También leo mucho sobre piano y música, pero comparativamente he leído mucha más literatura. Para mí no hay mayor placer que descubrir a un autor que me interese, entonces ya no puedo dejar de leerle. Me pasó con Javier Marías, Antonio Muñoz Molina, Roberto Bolaño, Thomas Bernhard, Gabriel García Márquez, y últimamente J. M. Coetzee, Martin Amis, John Banville, Don DeLillo, Philip Roth, Haruki Murakami, y Michel Houllebecq. Ando siempre pendiente de los suplementos literarios de los periódicos, a veces voy a presentaciones de libros…

La verdad es que coincidimos bastante en los estilos de lectura. Por cierto ya te cuento que ayer mismo se celebra en Madrid un evento literario de primerísimo nivel: 50 años de la Editorial Alfahuara y hay una conversación entre Javier Marías, Mario Vargas Llosa y Arturo Pérez Reverte muy interesante. No pude ir pero no por falta de ganas. Me pareció super interesante. 

Has estudiado en varios grandes conservatorios o escuelas ¿Cuál de tus profesores ha marcado más tu estilo, si es que hay alguno que lo haya hecho y por qué?

Sin lugar a dudas Yonty Solomon (fue alumno de Myra Hess), Howard Shelley y Joaquín Achúcarro. Con Yonty conecté muchísimo. Él siempre decía que le gustaba enseñar a varios niveles: técnico, musical y espiritual. Pues bien, es a nivel espiritual como más aprendí; con él la música adquiría una dimensión humana, global, que te hacía sentir y comprender el mensaje cifrado en la partitura. Hoy no está muy bien visto hablar de la sinceridad de los sentimientos, ciertas palabras tienen un regusto afectado (como decía Brendel en su magnífico libro “De la A a la Z de un pianista”, explicando el vocablo dolce). Es mucho más fácil hablar de aspectos cuantitativos en las interpretaciones (tocar más o menos rápido, con más o menos decibelios, “veneno” según mi profesor) y complacer a un público ávido de perfección inmediata y deslumbrante que proponer lecturas más personales y profundas que provengan de la maduración e interiorización de las intenciones del compositor, porque lo importante –saber distinguir- ya no es un elemento diferenciador entre el público, o solo de una minoría. El otro día tuve la oportunidad de escuchar en directo en el Auditorio Nacional la Sonata en si menor de Chopin por una intérprete joven muy de moda. Se da la circunstancia de que meses antes había escuchado la misma pieza por otro intérprete, ya en su madurez, con una trayectoria igualmente importante pero menos mediática y mucho más sobria. Eran las mismas notas, la misma sala, posiblemente el mismo piano, la misma perfección técnica si se quiere (aunque ahí entran otros elementos como la calidad del sonido, los planos sonoros, eso también es técnica, y ahí si eran muy distintos), y de una de las interpretaciones salí profundamente conmovido y la otra me dejó totalmente indiferente. Son esos aspectos de la música los que realmente me interesan.


Beethoven. Sonata Op. 109

¿Eres tan tranquilo como aparentas o te puedes poner muy nervioso antes de un concierto?, es decir, ¿cómo llevas eso de salir a tocar en un gran auditorio, supongamos como el Auditorio Nacional de Madrid?, ¿tienes alguna manía antes de, alguna costumbre, te pones alguna camisa especial, algún rito? o nada de esto.

Tocar en público siempre es un aliciente, son momentos muy intensos y al final constituyen el eje de tu vida. Uno pasa meses y meses aprendiendo partituras, madurándolas, preparando cuidadosamente las interpretaciones, y todo enfocado a ese momento tan especial que es la puesta en escena. Yo sí que me pongo nervioso, y a mucha honra. A la gente le encanta presumir de que tiene nervios de acero y de que son poco menos que superman (o superwoman) en el escenario. Los nervios son necesarios para estar alerta y un poco de adrenalina es estimulante, y también lo hace todo más especial. Joaquín Achúcarro me comentaba que cuando no estaba nervioso el concierto salía una mierda, y creo entender por qué: la motivación no es la misma, no se siente igual. Me vuelvo un poco raro el día del concierto, entro en modo “ahorro de energía”, me cuesta caminar, pensar, paso la mayor parte del tiempo estudiando lentamente y en general me siento un poco aprensivo. No pasa nada: en el momento del concierto o media hora antes -lo sé porque casi siempre es así- me invade una sensación de calma muy intensa y ahí ya sé que el concierto va a ir muy bien. No tengo una rutina especial, depende más bien de las circunstancias. Si he tenido que viajar durante todo el día, me echo una buena siesta (siempre recomendable, en cualquier caso). Recuerdo casos extremos, de levantarme de la cama una hora antes del concierto, ducharme, vestirme y salir al escenario. A veces, si he tenido poco tiempo para estudiar o he perdido mucho tiempo viajando me paso todo el día en la sala de concierto estudiando. Depende…

¿Porqué fuiste a estudiar a Londres y no a una ciudad alemana, por ejemplo, donde estudiar música es mucho más económico?, ¿Qué razones tuviste o quizá ibas directamente a un profesor, o qué razones te impulsaron hacia Londres?. ¿Hubo alguien que te habló de una escuela allí, fuiste a ver a varios sitios y te decantaste por Londres por algo en concreto? (es que, de verdad que me escribe mucha gente joven, pianistas fundamentalmente y creo que entre todos podemos orientar un poquito a estos jóvenes que todavía no saben muy bien qué hacer).

Fui a Londres un poco por casualidad. Cuando estaba en COU no tenía una idea muy clara de qué hacer con mi vida, principalmente porque me gustaba todo lo que estudiaba y la música en aquel entonces era simplemente una materia más. Dudaba de si irme a la universidad a estudiar Filología. Al final, mi profesor de piano Armando Alfonso me preguntó que qué idiomas hablaba (inglés solamente, y mal) y él mismo se encargó de pedir los papeles para el Royal College, que era el único conservatorio inglés que aceptaba una solicitud fuera de plazo. Hice la prueba y me admitieron. Tenía beca de la Unión Europea para estudios universitarios y solo tenía que pagar la manutención. A pesar de que yo no estaba muy convencido (intuía que la música me iba a exigir un sacrificio importante al que yo no sabía si estaba dispuesto) pensé que era una oferta que no podía rechazar. Y desde entonces hasta ahora… Dicho lo cual, he tenido siempre muchos altibajos, ganas de dejarlo y dedicarme a otra cosa (esto es especialmente intenso cuando hay temporadas sin conciertos), pero al final sigo ahí. Por algo será…

¿Porqué vivir en Madrid y no en Londres, donde parece que te fue bastante bien? y lo digo porque cada vez hay más músicos que se van a vivir a Londres como ciudad con muchas posibilidades para ellos. Hablamé de cómo te fue en Londres y de porqué finalmente volviste a España. De algún profesor que te dio clases allí, la escuela en la que estudiaste, etc.



Una imagen preciosa, no se dónde estará hecha pero parece un sitio muy bonito.

En Londres me fue muy bien mientras fui estudiante, no tan bien cuando dejé de serlo. Me refiero a que en el plano personal, el salto de dejar de estudiar a ponerme a trabajar fue especialmente duro. Cuando salí del Royal College con veintitrés o veinticuatro años me encontré con que estaba en las catacumbas de la profesión, teniendo que dar clases particulares a domicilio (yo, que había tocado en el Wigmore Hall), acompañar a niños en la Royal Academy los sábados (muchos deseaban mi trabajo) y hacer conciertos con fundaciones para músicos jóvenes en los que me pagaban 200 o 300 €. Me deprimí y decidí volver a España. Fue también una decisión estratégica: pensé que en España tendría más posibilidades de tocar en auditorios y festivales importantes, y que también se pagaba mejor. Pensé que el circuito profesional estaría más a mi alcance, y creo que no me he equivocado.

En tu biografía pone que en el Royal College te dieron una Junior Fellowship. Tengo lectores jóvenes que están pensando en ir a estudiar allí... ¿qué es exactamente una Junior Fellowship? ¿Cómo hay que solicitar algo así?

Una Fellowship es una beca que te otorga la institución, para que trabajes para ellos y seas una especie de profesor en prácticas. Las hay de muchos tipos. Yo como pianista (hay otras Fellowships de acompañamiento) me dedicaba a hacer masterclasses, sustituir a profesores y ayudar en la coordinación del departamento. Normalmente se la suelen dar a gente que ha terminado Bachelor y Master o que está haciendo Doctorado. Los conservatorios ofertan estas becas anualmente.

Has interpretado un poco de todo: Chopin, por supuesto, Scriabin, Rachmaninov, Schumann, Mompou, Granados, Poulenç... Bartok, Beethoven, en fin de todo. ¿Hay algo o a alguien que no hayas tocado pero que te gustaría poder interpretar y no se ha dado la oportunidad?

No especialmente. La mayoría de las veces son las circunstancias las que determinan el repertorio que acabas tocando. En ese sentido he tenido bastante suerte; las veces que me han propuesto aprender repertorio nuevo se han convertido casi siempre en oportunidades para descubrir compositores y obras muy interesantes. También he dicho que no a algún que otro proyecto deprimente. Es importante hacer lo que a uno le gusta, especialmente en esta profesión.

¿Tienes representante Javier? y si es así, ¿cómo llevas lo de tener que adaptarte a un representante? ¿le marcas tu el ritmo de conciertos o ellos te proponen y tú ves si puedes o no?.

Sí, tengo a Rosa Kraus, ella es mi representante. El ritmo de conciertos lo marcan las circunstancias, y normalmente siempre digo que sí a todo. Con el tiempo, intentas sobre todo espaciar el trabajo un poco porque lo que no tiene sentido es verte con cinco programas distintos en un mes cuando luego resulta que no tienes conciertos en tres meses.

¿Crees que es importante tener un representante o es mejor funcionar por libre? ¿Por qué?

Las dos cosas son válidas, siempre y cuando las relaciones con el representante funcionen. A veces trabajas con un representante de renombre y al final no te da conciertos y acabas buscándote la vida tú (cosa recomendable siempre, por otra parte). Un amigo me dijo una vez que no había mejor representante que uno mismo. Eso es cierto, pero también es verdad que uno no puede acceder a ciertos círculos en donde la figura del representante es más importante. A veces es la llave que te abre puertas, pero también puede ser un estorbo. Un representante hace el trabajo sucio que a ningún artista le gusta hacer (bueno, miento, a algunos sí les gusta, y se termina notando en sus interpretaciones): enviar emails, llamar por teléfono, reunirse con gerentes, promotores, gente del mundillo del “artisteo”, y también hacer vida social y lograr hacerse un hueco en el negocio. Yo prefiero estar en casa con mis partituras y mis libros, me aporta mucha más tranquilidad. Siento que en el mundo de la gestión la mayoría de la gente se mueve por el interés y desde el momento que entras de lleno en el juego, pierdes tu libertad y te debes a personas con las que normalmente no cruzarías la calle. Un agente actúa de pantalla ante todo esto, y nada más que por eso vale la pena tener uno.

Es lo que yo pensaba, Javier es un hombre tranquilo y poco amigo de aparentar o de socializar sin ganas.

Has grabado con un sello peculiar "Odradek Records" ¿por qué es peculiar este sello, qué le diferencia de otros y qué tal te ha ido con ellos?. Hay que decir que ha grabado un maravilloso CD con los Preludios de Viaje de Scriabin, que tengo ahora mismo aquí al lado, como casi siempre y que me pongo con frecuencia, con mucha frecuencia. Por favor, háblame de ellos y de como funcionan. 

Caratula del maravilloso CD de Scriabin grabado con Odradek Records

Es un sello que surge como alternativa o respuesta a las atrocidades cometidas en el mundo de las casas discográficas, donde los intereses del mercado han pervertido hasta la náusea los valores fundamentales del arte. Odradek es un sello democrático sin ánimo de lucro: los artistas se eligen anónimamente a través de una grabación (sin nombre, no sabemos quién la envía) que juzgamos y votamos todos los que ya hemos grabado algún disco. Yo siempre digo que es más difícil grabar con Odradek que con una casa tradicional porque los criterios son puramente artísticos. Al no saber quién es el intérprete, nos centramos en valorar la calidad de la interpretación y su propuesta de programa. A nadie le importa la edad, procedencia, el dinero o los contactos que tenga el candidato. Y uno se siente bien, sabiendo que son los colegas de profesión los que “autorizan” en cierta medida tu interpretación, y no un empresario (con más o menos formación y preparación, esa es otra cuestión) zarandeado por los intereses de su lobby empresarial.

¿Qué dificultades entraña Scriabin con respecto por ejemplo a Beethoven, si es que las hay?

Scriabin es un compositor complejo, que llegó a desarrollar un lenguaje muy personal con aspiraciones muy altas, trascendentales: eso se percibe en su técnica aérea, inmaterial, en su textura compleja y en la disgregación progresiva de la forma en sus últimas piezas. Scriabin parte como romántico y acaba siendo uno de los compositores más innovadores e interesantes de comienzos del siglo XX. Beethoven era un humanista y los pilares de su música están en la retórica clásica y en su lenguaje formal (con todas las transgresiones que conocemos, por supuesto). Pertenecen a dos épocas totalmente distintas y las exigencias pianísticas son bien distintas también.

Oyendo tu CD de Scriabin (cuya carátula vemos aquí arriba) se te nota cómodo, como si Scriabin estuviera dentro de ti, formara parte de tu personalidad ¿estoy equivocada o te sientes muy cómodo interpretando a este gran compositor?

Sí, me encanta Scriabin. Me gustaría aventurarme también con las obras tardías, que son muy distintas de las que están en el CD (son preludios de juventud, escritos cuando tenía alrededor de veinticinco años).

¿Cuál fue la pieza de Scriabin que más te gustó interpretar y cuál la que más te costó?

Me gustaron todas, siempre pensé en ellas como un conjunto. En cuanto a la dificultad, pienso que cada una tiene sus pequeños problemas, espero que felizmente resueltos en el disco.

Has tenido y a nivel internacional, grandes críticas con respecto a tu forma de interpretar a Scriabin:

"El joven pianista español Javier Negrín es una guía de referencia para estas piezas, por no decir excepcional. Su manera de tocar es equilibrada y hermosamente proporcionada: las texturas son luminosamente claras y maneja hábilmente los sutiles cambios de énfasis y textura de Scriabin"

Andrew Clements. THE GUARDIAN

"El pianista español Javier Negrin ha grabado todos los preludios de juventud de Scriabin para este CD con Odradek, la casa discográfica democrática: 47 en total. Lo más impactante es que todos ellos son tratados con el mismo cuidado y agilidad, incluso los que duran solo 30 segundos. Tanto si se trata de brillantes arpegios o del complejo tratamiento del pedal, de la articulación en fraseos bien respirados, del cantábile suave en el registro agudo, del sentido de flexibilidad en las lineas melódicas o de la proporción entre el gruñido de las octavas consecutivas en el bajo y la melodía en la mano derecha (...), Negrin domina las exigencias de estas miniaturas y, siempre con estilo interpreta al servicio de la música sin afectación. Para los interesados en las piezas tempranas para piano de Scriabin, ésta es la interpretación que uno desearía."

Aaron Sayed. www.klassik.com 

Son dos de las muchas críticas, buenas críticas que ha tenido el CD.



Programa de Mano en RTVE.

¿En España los directores artísticos se enteran de éstas cosas? ¿Se enteran de que lo han apoyado en Radio Clásica, por ejemplo?.

Hombre, uno espera que sí se enteren de estas cosas. Yo también me encargo (por si acaso) de hacerle llegar la crítica a los medios, y a partir de ahí ya no es cosa mía. En Radio Clásica me dedicaron parte de un programa, y se han portado muy bien conmigo, la verdad.

Háblame de esa grabación con Radio Nacional de España y música de Schumann y García Abril, en concreto la Sonatina, ¿es anterior o posterior a la de Odradek? ¿Fue grabada durante un concierto en concreto o dónde?

Esa grabación es anterior a la de Odradek, fue en 2007 si no me equivoco. Fue grabada en los estudios de Radio Clásica, con material que estaba tocando en concierto por aquel entonces.

Perteneces a una generación de grandes pianistas españoles a la que yo llamo la "generación perdida", sois unos cuántos de una edad entre los treinta y cinco y los cuarenta y cinco años, porque me da la impresión de que da igual si se ha subido o no el nivel, da igual si te reconocen en el extranjero más que aquí o lo que hayas hecho, el talento musical en España, de los propios españoles, no lo reconocen. Esta generación de grandes (a mi juicio) pianistas españoles que deberían de ser reclamados por los mejores auditorios del mundo porque no solo son del mismo nivel sino en muchos casos, SUPERIORES a muchos de los pianistas que vienen y a los que hacen brillar en los grandes auditorios españoles. Dime ¿qué opinas de esto, si quieres opinar o quizá prefieras ignorar la pregunta?

Reconozco que soy muy dura en este tema.

Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices. Poco a poco la gente empieza a tomar conciencia de que hay muy buenos músicos en España, gente muy preparada con ganas de hacer las cosas bien, y de que este país puede ser perfectamente exportador de músicos de grandísimo talento, y no solo importador de grandes figuras consagradas que llenan las programaciones de todos los centros musicales de prestigio. Yo siempre digo que conozco a más de veinte pianistas de mi generación que podrían estar programados regularmente en los ciclos de las orquestas y los grandes festivales en España. Por qué no lo están depende mucho de criterios empresariales y de una falta de patriotismo bien entendido. Es como si se partiera de un déficit de calidad inexistente, de un prejuicio que encima luego tienes que desmentir en inferioridad de condiciones. Espero que todo esto cambie para mejor y que la gente empiece a tomar conciencia de que es muy importante valorar y promover el talento nacional.





Me gusta esta imagen desenfadada de Javier negrín. Es una persona sin "pose", natural y ésta foto lo refleja bien.

Gracias Javier por mojarte y no ser diplomático, y sí sincero en responder.

Y bueno, como no quiero terminar con una pregunta así, sé que eres una persona que tiene mucho afecto, he leído muchos comentarios hacia ti y eso es estupendo, la pregunta sería ¿En qué época te encuentras de tu vida, eres feliz o qué (en tu mirada siempre veo como un algo triste o nostálgico) igual es una paranoia mía? y ¿qué proyectos hay a corto plazo?

Soy feliz pero echo mucho de menos a mi familia que está toda en Canarias. Probablemente esa nostalgia venga de ahí. Me gustan las cosas sencillas y a veces me doy cuenta de que cuesta mucho más mantener relaciones afectivas en una ciudad grande como Madrid en la que al fin y al cabo sigo, me sigo sintiendo un emigrante. Tengo muy buenos amigos, eso sí, y gente que me valora mucho. Mis proyectos más inmediatos: rodar un vídeo promocional para el próximo CD e ir a la feria Classical Next en Viena, conciertos con Goyescas de Granados y Variaciones sobre un tema de Chopin de Mompou y posterior grabación, y después del verano quinteto de Mozart con vientos en el Teatro Real de Madrid, concierto a dos pianos de Poulenc con Gustavo Díaz Jerez y la Sinfónica de Tenerife, y varios recitales en auditorios importantes y sociedades filarmónicas de España, no puedo dar más detalles porque algunas cosas no están anunciadas oficialmente.

No quiero abusar más, ya te voy a hacer escribir demasiado, te doy inmensas gracias por tu paciencia y un fuerte abrazo. Iré a verte donde sea que toques, tengo ganas de volverte a ver en Madrid y de que mucha gente te conozca si no lo ha hecho antes. Eres un gran, gran pianista, Javier. Muchas gracias.

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